viernes, 8 de junio de 2007

Ayer es mañana

Tuve la suerte de presenciar una feroz discusión entre un joven león semi-herido y una positiva mariposa de post-guerra.

Hablaron de la libertad. Que si somos o no somos libres, que qué es la libertad y blah blah blah.

Tenemos CIERTAS libertades.

Hablaron de Dios. Ninguno de los dos cree en él/ella (¿tendrá género?). Más blah blah.

Somos Dios y no somos Dios.

Entendieron q el ser humano antes q nada es un animal. Y los animales tenemos instintos o como se les ocurra llamar a "eso" q nos habla, nos incita y q muchas veces nos obliga casi por la fuerza.

Y si, somos animales (pedazos de bestias).

Y como no podía ser de otra forma, hablaron del amor. Y hubo más blah blah blah.

Libertad, Dios, Amor son seres del mundo de las ideas. Al bajar al mundo animal pierden su estructura, se licúan entre nuestros instintos primarios para alimentar por siempre al círculo polar del q todos formamos parte.

Somos hombre-mujer, fuego-agua, cielo-tierra y blah blah blah blah blah

3 comentarios:

The Tarambana dijo...

good men. Era hora que plasmes tus deliriums tremens en algún lado y es aún mejor que decidas compartirlo. La duda que me queda es: Si ayer es mañana, ¿adónde viajo Michael Fox en la 2? o mejor dicho, ¿a cuándo viajo michael fox? lo pregunto porque siempre tuve la esperanza de que dentro de unos años iban a aparecer las nike con cordones automáticos y el hover board.

Diego dijo...

Querido Tarambana, lamento informarte q los viajes en el tiempo son imposibles. De ahí la frase "Mañana es ayer" o bien "Ayer es mañana". Y como bien tu sabes, lo único q hacemos constantemente es repetirnos, una y otra vez, constantemente repetirnos, una y otra vez, repetirnos, otra vez y una, una y otra vez, nos repetimos (con ligeras variaciones), nos repetimos de nuevo.

The Tarambana dijo...

En la repetición es donde encontramos el tedio. La búsqueda de la no repetición es lo que nos mueve hacia cosas nuevas. si bien la repetición es cómoda, espero poder mirar para atrás dentro de muchos años y ver que siempre, en mayor o menor medida, busqué la incomodidad.

Seguí con esto que había arrancado dejando la huella de las gomas en el pavimento.